La mácula es una estructura del ojo localizada en el centro de la retina responsable de la visión central, su degeneración es responsable de ceguera irreversible.
La pérdida de visión irreversible en el mundo occidental tiene una prevalencia del 11% en edades comprendidas entre los 65 a 74 años y del 28% entre los 75 a 85 años de edad, asegura el doctor Remberto Escoto, cirujano oftalmólogo.
La mácula es la que permite definir los detalles más finos, como la lectura, reconocer las caras de las personas, por lo que su deterioro supone una pérdida de visión importante. La degeneración macular es una condición que tiende a ocurrir en la edad avanzada, por lo que se conoce como degeneración macular asociada a la edad (DMAE), asegura.
Causales
“Aunque todavía se desconozca su causa, existen una serie de factores asociados a su desarrollo, como historia de antecedente familiar, enfermedad cardiovascular, hipermetropía, una dieta baja en nutrientes, antioxidantes y el tabaco, este último identificado como el factor de riesgo más relacionado. Sin embargo, hasta hoy no existen evidencias de que variando los factores de riesgo posibles de modificar (el tabaco y la dieta) se obtenga un efecto beneficioso”, sustenta el oftalmólogo.
Asimismo, afirma que el estadio temprano de la DMAE empieza con la aparición de manchas debajo de la retina. Estas, conocidas como drusas, son lesiones pequeñas y redondeadas y usualmente no se acompañan de cambios visuales. La mayoría de las personas con drusas nunca desarrollarán una pérdida de visión importante, aunque existe un número determinado de pacientes que pueden notar cierta alteración de la visión.
Escoto resalta que en el estadio tardío de la degeneración ocurren ciertos cambios que conducen a una gran pérdida de visión. “Es muy común que se inicie sólo en un ojo y que el paciente no lo advierta debido a que el ojo sano compensa esta disminución de visión”, dice.
Forma tardía
“Existen dos formas del estadio tardío de la DMAE. Cuando estas drusas de instauración temprana están presentes por mucho tiempo, pueden provocar el adelgazamiento de la mácula disminuyendo su funcionamiento. Esta forma se conoce como la forma seca, atrófica, o no neovascular. El resultado es la aparición de manchas en la visión. El médico refiere que aproximadamente 10 al 20% de los pacientes con degeneración macular seca, progresan a una segunda forma mucho más agresiva, que es la húmeda, exudativa o neovascular.
Esta forma húmeda es la responsable del 90% de la pérdida de visión severa que ocurre en los pacientes y está causada por crecimiento de vasos sanguíneos anormales en mácula, asegura el experto.